jueves, 23 de agosto de 2012

Capítulo 2

Ví el suelo acercarse rápidamente, y cerré los ojos. ¿No decían ojos que no ven corazón que no siente? Pero en vez de sentir el impacto del suelo contra mi cuerpo, sentí como si me faltara el aire. No como cuando te dan una patada en el estómago, no, era como cuando bajas en una montaña rusa. Me atreví a abrir los ojos. Veía el suelo... Pero a tres centímetros de mi cara. ¡Me había quedado suspendida en el aire! Y, haciendo caso a mis deseos, empecé a bajar muy despacito. ¿Cómo lo había conseguido?
-Te estábamos esperando...
-¿Qué? ¿Quién ha dicho eso?
-Yo-dijo la voz, y salio de las sombras un chico de unos dieciséis años.
-¿Quién eres?
-¿Cómo? ¿No te ha hablado tu madre de esto?
-¿Pero qué...?
-Esto nos va a llevar demasiado tiempo... ¿Estás segura?
-¿Pero de qué narices me estás hablando?
-Vale, ahora vas a caer en un profundo sueño, y vas a recordar única y exclusivamente esto: pídele a tu madre que te explíque todo sobre tu sangre.-el chico chascó los dedos, y caí en un profundo sueño.

Me desperté en mi cama. Bueno, en la cama de la cabaña. Y me vino a la cabeza una frase: "pídele a tu madre que te explíque todo sobre tu sangre". Pero... ¿quién me ha dicho eso? Y empecé a recordar una cara... La cara de un chico moreno con ¿ojos azules? ¿o eran verdes? Bueno, ahora tenía la curiosidad en el cuerpo, y la curiosidad sólo se saca del cuerpo haciendo preguntas y que te las contesten.
-¡Mamá! Ven un momento, te tengo que hacer una pregunta...

1 comentario:

  1. Este capítulo también esta bien pero a lo mejor les estas haciendo demasiado cortos... Pero esta interesante!!
    Suerte!!!

    ResponderEliminar